miércoles, 14 de mayo de 2014

La superintendecia de precios justos...

   Es el rimbombante nombre que ha puesto Nicolas Maduro, presidente de Venezuela al organismo encargado en este país de vigilar el cumplimiento de la ley de precios justos. Vamos, de controlar que los precios son los que el gobierno que dicen que deben ser. Y es que esta es la nueva medida que el estatista venezolano ha ideado para evitar la inflación galopante que sufre su país así como el desabastecimiento.





Listado de precios Justos. Fuete: Libremercado.com

  Aquí tenéis una pequeña muestra, cortesía de Libremercado. De hecho ha sido en esta página web donde he leído la noticia. Este es el link Maduro imita al emperador Diocleciano. Es evidente, que Maduro para nada se hecha la culpa a si mismo. Cree, y la verdad es que estoy seguro de que realmente lo cree, que los males de su país son culpa de la oposición, en este caso del sector diestro:

Desde que el 23 de enero entrase en vigor la Ley de Precios Justos, inspectores de ese organismo público recorren el país para verificar que los comercios cumplan con esta ley. Recordemos que la misma establece un máximo de ganancia del 30% en los productos adquiridos por las empresas con divisas oficiales. Las autoridades han denunciado una guerra económica de la derecha que basada en la especulación y el acaparamiento pretende acabar con la Revolución Bolivariana.

  El problema al que se enfrenta Maduro es la inflación. Hiperinflación, para ser exactos. Y el causante de la misma es su propio gobierno. Necesita el dinero para todas los gastos públicos con los que pretende mantener contento a su electorado. Pero Maduro está empezando a comprobar que la inflación no es gratis. No se puede dar servicios a diestro y siniestro y pagarlos solamente con dinero salido de una impresora. Para poder dar los servicios primero hay que crear la riqueza que los pueda pagar. Y creo que este es el principal punto donde Maduro se equivoca. Cree que riqueza y dinero son la misma cosa. Y no es así. Sobre todo cuando el dinero se puede imprimir a voluntad.

  El resultado de sus políticas trae consigo un aumento descontrolado de los precios. Y él le hecha la culpa a la derecha (o al espíritu santo, que para el caso es lo mismo). Mientras que se dispone a agravar todavía mas el problema:

 
Vamos a sacar ofertas especiales de abastecimiento con precios especiales para el pueblo en materia de alimentos, línea blanca (...) La especulación se va a acabar con la Ley de Precios Justos y con el nuevo sistema digitalizado de abastecimiento seguro", añadió.
Entre tanto, este martes llegaba esa lista de precios justos en los que el kilo de pollo tiene un valor de 43 bolívares. El Gobierno venezolano regula también el precio del café y el arroz blanco. Maduro justifica su nueva "ofensiva económica" en la necesidad de proteger a los venezolanos del "acaparamiento, la especulación" y el contrabando de productos, característicos de la escasez que atraviesa el país fruto de su desastrosa política económica.

  Si los precios no te gustan, regula los. Eso debió pensar Maduro. No atacó el problema y el resultado final es que los problemas se le multiplican:

 El chavismo, dirigido por Nicolás Maduro, se ha metido en un círculo del que es incapaz de salir. El problema del desabastecimiento de productos de primera necesidad marca desde hace meses el día a día de los venezolanos. Hace casi un año, las imágenes de carreras, golpes y empujones en supermercados dieron la vuelta al mundo. La situación ahora no ha cambiado. La escasez de productos básicos continúa pese a las cartillas de racionamiento

  Como no podía ser de otra manera y como incontables episodios anteriores de controles de precios deberían haberle enseñado ya. Siendo, como es, el problema de raíz la inflación desbocada de precios producida por inflación  monetaria, la solución pasa por acabar con ella. Si estableces un control de precios, lo más normal es que acabes con el desabastecimiento de toda clase de productos, pero sobre todo de aquellos de primera necesidad (que son los que mas demanda tienen). Y esto es así por que si tu eres comerciante y te obligan a vender a un precio determinado, sino te sale rentable, acabarás por disminuir o incluso anular tu stock. No te permiten mantener los bienes y tampoco venderlos al precio con el que tu puedes ganar algo de dinero. Así que la única alternativa que le deja a los comerciantes es la pasividad o inactividad. Y el resultado de esto es el desabastecimiento y el florecimiento de un mercado negro.

  Esto es algo que parece que ningún gobernante acaba de entender. A igualdad de condiciones, ningún ser humano en su sano juicio preferirá saltarse la ley a cumplirla. Ya que saltársela puede conllevar un castigo. Las motivaciones para cumplir la ley, deben superar las motivaciones para saltárselas. Desde este punto de vista, cada vez que se paga en negro, que se crea un mercado negro y que se comenten delitos de tipo económico, es por que la ley es excesivamente opresiva para las condiciones reinantes en la sociedad. En el caso de maduro, las leyes contra la "especulación" y "desabastecimiento" son las mismas causantes del florecimiento del mercado negro.

  En España unas sofocantes leyes de gastos sociales (pagos a la seguridad social) hacen que para mucha gente sea aceptable trabajar fuera del sistema en la economía sumergida. Unos impuestos altos hacen que para mucha gente valga la pena defraudar a hacienda.

  Tanto en Venezuela como en España, la solución impuesta no es la de relajar las normas y buscar soluciones alternativas. Es la de imponer las vías coercitivas. Imponer más estado. Mas inspectores de hacienda. En Venezuela inspectores de precios justos. Coerción es su solución.

   En mi opinión se equivocan. En el caso de Maduro de manera dramática, pues la situación de su país es tan mala, que puede que acaben en un baño de sangre. En el caso de España de manera penosa, pues al menos nuestros gobernantes se definen como liberales (no se donde se ven ellos liberales) y se creen que son unos grandes expertos económicos. Pero no se dan cuenta que están siguiendo el mismo camino que Maduro. Y que como no cambien de rumbo, a la larga acabaremos teniendo un final similar. Espero que eso no ocurra. Aunque mires donde mires en el paisaje político español y europeo, solo veo este tipo de estatistas. Creo que la solución pasa por votar a los partidos pequeños. Por fragmentar los parlamentos para que los grandes poderes facticos se den cuenta que dando la espalda a la sociedad no pueden ganar. Un saludo


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