lunes, 8 de noviembre de 2021

Cómo se genera la inflación monetaria? parte 3

   En post anteriores hemos estado hablando de si la inflación actual puede llevarnos a una stagflación (aquí en España hay quien cómicamente lo llama estanflación) o incluso a una hiperinflación. Hablábamos de que los brotes inflacionarios, tal y como lo veo yo, son principalmente debidos a ingredientes políticos por el lado legal, lo que llamábamos "useless ingredients" y por otro lado a los estímulos post pandemia tanto por las restricciones a la movilidad cómo por las ayudas económicas, sobre todo las directas.

  Sin embargo, a parte de las ayudas directas los bancos centrales también han tomado medidas extremas debido a los cierres económicos. Planes de estímulo, llamados con varios nombres rimbombantes para inyectar nueva liquidez en el sistema. Y claro, en estos estímulos son en los que se fijan casi todos los agentes económicos para cacarear a los cuatro vientos que llega la inflación.

  Curiosamente llevamos ya más de dos décadas con estímulos por parte de los bancos centrales y aunque casi siempre se ha cacareado "que viene la inflación", esta nunca ha llegado. Para muestra mi post de 2014, hace ya 7 años. ¿Cómo es esto posible?

  Antes de nada volvamos a puntualizar las definiciones de inflación. Como ya dijimos en el primer post y en el de 2014 antes de este, inflación "a secas" debería entenderse como el aumento en la cantidad de dinero disponible en una economía. Como las definiciones de dinero son dispares y darían para otro post, simplemente lo dejamos aquí. La teoría económica viene a decir que si la oferta de un bien aumenta, su precio en relación a otros bienes disminuye. Y eso es lo que en teoría le pasaría al "dinero" cuando lo creamos de la nada. Más unidades de dinero, deben tener menos valor cada una (en relación a otros bienes en una economía). A este efecto de la inflación es lo que comunmente conocemos como inflación. Es por esto que yo prefiero llamar a la primera inflación, monetaria, y a la segunda, de precios. Así podríamos decir, que la inflación de precios es una consecuencia de la inflación monetaria.

  Y así es en realidad. Pocas leyes económicas son más conocidas y más aceptadas que la ley de la oferta y la demanda. Si aumenta la inflación monetaria, debe seguir una inflación de precios, la ley de la oferta y la demanda así nos lo dice. Y como digo, siempre se cumple. Entonces, ¿por qué no ha habido inflación de precios en los últimos 25 años y sobre todo en los últimos 12 a pesar de la impresionante inflación monetaria que ha habido?¿Acaso la ley de la oferta y la demanda ha fallado o ha dejado de funcionar? Yo diría que no. Diría que lo que hemos tenido estos 25 años no ha sido precisamente inflación monetaria, sino un tercer concepto que llamaremos inflación de crédito.

 Pero antes de entrar en lo que yo entiendo por inflación del crédito debemos tener una última cosa en cuenta. La inflación se mide con una cesta de productos, que es el propio estado quien la define. No digo que esté mal definida, o que sea errónea. Ese es otro debate. El hecho es que los productos y servicios que se pueden contratar y comprar, por definición son infinitos. Un emprendedor creará un nuevo producto que crea que puede servir mejor a la sociedad y lo pondrá a la venta. Nuevos productos y servicios se crean y se destruyen constantemente. En todos los campos, incluidas las finanzas. Así que medir la inflación de esta manera, aunque sea la de precios, es simplemente una utopía y un ejercicio inútil. Aun así aceptemos los indicadores comunes para medir la inflación. El IPC famoso. Si la inflación monetaria creada no persigue los productos de la cesta del IPC, este no subirá. Ley de la oferta y la demanda. 

  Lo que ha pasado en estos últimos 25 años es que el nuevo dinero creado ha perseguido, en muchos casos, activos financieros. En ese campo si que se han visto claros signos de inflación de precios. Que esas subidas de precios no se hayan visto reflejadas en la cesta del IPC no quiere decir que no haya ocurrido nada de nada por crear inflación monetaria y de crédito. Muchos economistas son conscientes de esto y así lo comentan en sus análisis. Sin embargo, a los bancos centrales sólo les preocupa la inflación del IPC.

  Con todo esto quiero señalar que la inflación monetaria y de crédito es muy injusta para una sociedad. De hecho, si a una sociedad se le dejara elegir libremente la moneda que desea utilizar, sin coacciones, lo normal es que eligiera una moneda estable. No voy a detenerme a explicar la teoría detrás de esta afirmación. Baste echar un vistazo a los 7000 años más o menos de historia del ser humano, para ver que siempre ha ocurrido así.

  Y es injusta por que penaliza a los ahorradores. Es injusta por que obliga a la gente a tomar riesgos que probablemente no tomaría. Es injusta por que modifica y altera los tipos de interés y el ciclo económico y sobre todo es injusta por que acaba beneficiando sobremanera a aquellos que tienen acceso primero al dinero recién creado, en perjuicio de aquellos a los que ese nuevo dinero les llega los últimos. Es injusta por naturaleza.

  Pero este post debía tratar de cómo se genera la inflación monetaria. Así que vamos a ello. Legalmente los gobiernos tienen prohibido imprimir (ya sea real o electrónicamente) dinero nuevo. Existen unos parámetros fijos y claros con respecto a la cantidad de billetes de papel que se pueden imprimir. Y de los electrónicos, en principio no pueden imprimir ni un céntimo. Así que por ese lado, los gobiernos de occidente no pueden hacer mucho. Quien sabe lo que pasará en el futuro. En uno quizá no muy lejano. Pero hoy por hoy, los gobiernos de occidente no pueden hacer lo que hizo la República de Weimar, o lo que ha hecho hace poco Venezuela.

  Este derecho a crear dinero (en su forma electrónica hoy en día, y con apuntes contables en el pasado) la tienen los Bancos Centrales. Y ¿Cómo lo hacen? Deberíamos hacer un programa cómo el de la tele. Tienen varias herramientas que veremos en una serie de post como continuación de los que ya llevo escritos. Hoy empezaremos con la manipulación de los tipos de interés.

  El mandato base de la Reserva Federal y del Banco Central Europeo es la lucha contra la inflación (de precios, claro está). La FED también tiene el mandato de buscar el pleno empleo, mandato que el BCE aquí no tiene. Otro tanto se puede decir del Banco de Japón. Este mandato base permite a los bancos centrales jugar con los tipos de interés. Al fin y al cabo, del periodo stagflacionario de los años 70 se sacó la enseñanza que subiendo los tipos de interés, se puede controlar la inflación de precios. Así, los bancos centrales se apropian del derecho de controlar y gestionar los tipos de interés. Esto lo hacen en conjunción con los bancos comerciales. 

  Esta defensa de los tipos de interés se hace en los mercados REPO. Estos mercados de muy corto plazo, en muchos casos son de unas cuantas horas por la noche, reciben su nombre del término Repurchase Agreement. Estos contratos son herramientas que usan los propios bancos para conseguir liquidez o para prestarla (estos son ambos lados del agreement) para cuadrar las cuentas de las operaciones de préstamo de dinero a empresas y particulares que se hayan llevado a cabo a lo largo del día y que lleven a un banco determinado a estar por debajo de los requerimientos mínimos legales de dinero en caja. Otro banco con excedentes le presta por unas horas, para que así ambos cumplan la ley y el que presta recibe del que se endeuda una pequeña cantidad a cambio. ¿Qué cantidad? Pues lo que llamamos el Euribor o el Eonia, dependiendo del plazo de préstamo. Se suele poner también un colateral como garantía, que suele ser un activo muy valorado y que se considere muy seguro, cómo bonos del estado (bueno, de algunos estados). Llegada la fecha o la hora de vencimiento del REPO, el banco que se endeudaba, devuelve dinero más intereses, y recibe sus bonos que estaban como garantía. El banco que presta, recibe su dinero y los intereses. Esta es la operación normal del mercado interbancario todos los días del año.

  Detrás de este mercado está el banco central, que se propone como prestamista de último recurso. Si no es necesario no se va a él. Y en condiciones normales, rara vez es necesario. Pero su sola presencia y su potencial infinito hace que el tipo de interés que el banco central defiende, sea el que rige el mercado REPO. Si todos los bancos hacen muchas operaciones diarias y se quedan sin dinero, los tipos de interés de Euribor, Libor y otros similares se dispararían, por la ley de la oferta y la demanda. Estos son la base de otros tipos de interés, como los bonos, los depósitos bancarios, deudas empresariales etc. Esto llevaría a una espiral de ascensión de tipos de interés en todo el espectro de los mismos. No voy a entrar más en el mecanismo de por qué esto ocurriría. Si alguien tiene alguna duda, que me lo pregunte y lo explico otro día. El caso es que ocurriría. El banco central, entonces, para evitar que esto ocurra y para defender su tipo de interés, presta a los bancos comerciales tanto dinero cómo haga falta para estabilizar este tipo de interés base (euribor, libor y otros similares) y con él todos los demás. 

  Como decía antes, para hacer esto, lo único que debe hacer el banco central es crear una cantidad de dinero en aquel banco a quien quiera prestar. En aquel banco con quien vaya a hacer su REPO. Esta cantidad de dinero creada, se deposita en una cuenta que el dicho banco comercial tiene en la FED (o en el BCE para el caso europeo) y ya está, el banco comercial vuelve a cumplir con las leyes.

  El caso contrario sería similar pero al revés. Este es el que se viene dando en los últimos meses en Estados Unidos. Se están haciendo operaciones REPO inversas en cantidades astronómicas. 

  Como en el caso entre bancos comerciales, estas operaciones REPO requieren de algún tipo de colateral que los bancos deben depositar en la FED hasta que el REPO expire. Y viceversa, cuando los REPO expiran o si se hacen REPO´s inversos, la FED da activos a cambio de dinero a los bancos comerciales.

  Pues bien, ya hemos visto el mecanismo, las herramientas, las palancas. ¿Cómo puede crear este mecanismo inflación? Vemos que la FED o el BCE crean dinero de la nada. Solo teclean en un ordenador (antiguamente hacían un apunte contable en un libro contable) y ya está. ¿Cómo es posible que este dinero no cree inflación? Pues bien, como ya se ha explicado, el mecanismo parte de los bancos comerciales. Son ellos los que deben extender crédito en la sociedad. Este crédito se usa para invertir o para gastar. En cualquier caso se usa para hacer una demanda sobre algún tipo de bien, ya sea capital o un bien acabado. Lo normal, en estas circunstancias es que los bienes que sufren estas demandas aumenten su precio.

  Pero el paso previo e indispensable es que los bancos presten dinero. La FED puede crear cuanto dinero quiera en las cuentas que los bancos comerciales tienen en la propia FED. Pero si estos luego no lo prestan, el dinero no va a ningún sitio y por tanto no puede crear inflación.

  Mi intención es no alargar más este post. Echando un vistazo a los gráficos que publica la FRED (la reserva federal de Filadelfia) los bancos comerciales llevan ya décadas en que su aumento de los créditos a familias y empresas va en disminución. Al mismo tiempo sus depósitos en la FED van en aumento. La máquina de monetizar la economía, por el lado de los bancos comerciales está, renqueante cuanto menos, aunque bien es cierto que no me atrevo a decir todavía que esté completamente rota. Un saludo