viernes, 1 de abril de 2022

Qué es el Quantitative Easing y por qué puede no ser inflacionario

 Antes de nada hacer un par de correcciones a mi anterior post. Me dejé por comentar un par de cositas, que acaban de dar forma y hacer más entendible cómo funciona el sistema.

  El anterior post cometí un pequeño error y fue el no explicar cómo se estructura y funciona el sistema financiero. Los detalles exactos de cada uno son un pelín distintos, pero en el fondo todos funcionan igual. 

  El sistema financiero actual es fundamentalmente el resultado de la evolución durante siglos. Quizá el último paso, la creación de los bancos centrales, fue el resultado de evoluciones anteriores y que generaron los "runs" bancarios. Ante estas eventualidades, los propietarios de los bancos, ante el miedo a la quiebra y en connivencia con los gobiernos de turno, crearon los bancos centrales. Empezaron por el de Inglaterra, y bueno, luego llegaron poco a poco todos los demás. 

  En primer lugar, el dinero (o al menos buena parte de lo que hoy en día se puede debatir que es dinero) no lo crean los bancos centrales. Ese derecho hace siglos que lo tienen los bancos comerciales. Y claro, esto es fundamental para entender el sistema financiero actual

  Los bancos comerciales tienen todos cuenta en el banco central. Estas cuentas contienen "reservas". Estas reservas no son dinero físico. No es papel. Son sólo apuntes contables. Para el banco central son pasivo. Para los bancos comerciales son un activo. Nada más. Estas reservas son las que la ley de cada país obliga a los bancos a tener para poder ir realizando sus operaciones comerciales bancarias. Sobre estas reservas, el banco central paga un tipo de interés. Este tipo de interés que paga el banco central está en la base de todos los demás tipos de interés que se generan en la economía, pero en un primer escalón se supone que controlan los tipos interbancarios. ¿Por qué pasa esto? En condiciones normales se piensa que si un banco quiere recibir reservas de otro tendrá que pagar un interés mejor que el que paga el banco central. 

  Antes de 2008 rara vez un banco comercial tenía que acceder a este back up del banco central. Incluso se veía como signo de debilidad financiera. Bernanke llegó a decir que no quería estigmatizar a ninguna entidad con esta herramienta. Hoy en día, sin embargo, se ha llegado incluso más lejos. Con la llegada del Quantitative Easing, las operaciones del banco central en el mercado Repo se han echo constantes. De hecho, hoy en día son una parte principal de dicho mercado.

  Pero cómo decíamos en el post anterior, el Banco Central no puede sino crear reservas. Lo que los bancos comerciales hagan después con esas reservas es cosa de los bancos comerciales. Y como bien señalaba en el post anterior, llevamos desde la anterior crisis que el crédito comercial está esclerótico. Entonces, ¿Dónde va a parar todas esas reservas creadas? La ley obliga a los bancos comerciales a tener una serie de activos, no en dinero físico, sino en lo que hoy en día se conoce como Activos Tier 1, o de muy alta calidad (muy líquidos). Estos son bonos del estado, las propias reservas, Bonos triple A y alguna cosilla más que ya no controlo. 

 Como veis, dentro de las regulaciones que constriñen a los bancos, estos pueden comprar bonos del estado y bonos empresariales. Y evidentemente, por aquí es por dónde entran las reservas creadas por los bancos centrales en la economía real. La otra vía es a través de préstamos, que como dijimos no está ocurriendo. 

  En esencia, esta compra de bonos también es un préstamo. O sea, que los bancos no es que no quieran prestar, sino que creen que prestar a la economía real, es demasiado arriesgado. Y sólo prestan a gobiernos y a grandes empresas, potentes y seguras. El resultado más evidente de todo este proceso ha sido la explosión de los mercados financieros. Como comentabamos en el post anterior esta es precisamente la injusticia. El dinero llega primero a los que invierten en los mercados financieros y en grandes cantidades. El aumento de oferta sube los precios y mayores precios incrementan sus beneficios. Pero este dinero no llega a la economía general. Se queda reberberando en el sistema financiero.

  Yo no puedo probar esto, pero me parece la explicación más plausible. En cualquier caso, nada ha cambiado en los últimos 14 años. Absolutamente nada. Cuando los bancos comerciales extienden crédito en la economía, la fuerza inflacionaria es clara, o puede ser clara. En 2002-2006 no fue especialmente clara aun a pesar de la burbuja subprime.

  Pero hoy en día, no parece claro que haya un verdadero sector industrial vibrante que esté continuamente endeudandose para comprar más materias primas por miedo a tener que pagarlas más caras en el futuro. No todavía, al menos. 

  Y aquí es dónde entran las expectativas, que es lo que a muchos economistas les da verdadero miedo. Si las expectativas inflacionarias granan, los agentes económicos empezaran a comportarse como explicado unas líneas más arriba y la inflación será algo estructural, hasta que esas expectativas cambien de nuevo.

  Yo, sin embargo, creo que es muy difícil que esto ocurra. No con las enormes cantidades de deuda en los sectores no financieros de la economía mundial. Empresas y familias. La inflación llevará consigo una subida de los tipos de interés, no por que los bancos centrales quieran o así lo digan, sino porque así lo querrán aquellos inversores que más saben de esto. Los primeros signos de estrés se verán en la deuda basura, y esto afectará a las empresas "Zombi" o las que estén a punto de entrar en esa definición. En USA se calcula que en torno al 20% del tejido empresarial es Zombi. Un mayor tipo de interés en esos tramos de menos calidad, sin duda pondrá presión en la economía, en el empleo y por tanto también en las familias, cuyo resultado parece indicar más hacia una crisis deflacionaria similar a la de 2008, aunque quizá de distinto grado.

 Resumiendo, desde mi humilde opinión, la inflación que tenemos ahora no es sino coyuntural por una serie de acontecimientos que pasaron con el Covid. Y también debida a la regulación previa. No es en sí misma un problema monetario como en su día lo definiría Milton Friedman. No se dan las circunstancias ni socioeconómicas ni políticas. Al menos no todavía. Y eso no quiere decir que no pueda llegar en breve. Pero para que pudiera coger tracción deberíamos ver primero desaparece buena parte de la deuda que sostiene la economía, lo cual debería ser vía un gran evento deflacionario. A parte de esto, deberíamos ver un cambio poblacional en occidente. 

  Si esto se pretende solucionar vía política (las monedas digitales de banco central parecen apuntar en esta dirección) entonces podemos pasar en muy poco tiempo de un ambiente principalmente deflacionario a uno fuertemente inflacionario, incluída una gran crisis por el camino. 

 Odio ser tan agorero, pero es que las políticas seguidas hasta la fecha nos van encerrando más y mas en un rincón. Un saludo