miércoles, 28 de abril de 2010

¿Como acabará esto?

  Pues como ya deciamos hace un par de meses, no hay salida no dolorosa. Y lo más probable es que la resolución final de las circunstancias que estamos viviendo sea bastante dolorosa. El problema griego es muy grave. Grecia debe tener capacidad de recaudar (del modo que sea) unos 50 mil millones anuales los próximos cinco años, para hacer frente a los vencimientos de la deuda que tiene (principal e intereses). Desde este punto de vista, se ve claramente por que los mercados de bonos no se han tragado el paquete de rescate que han diseñado los paises de la EMU y el FMI. Recordemos que dicho paquete es de 45 mill millones. Lo cual implica que quizá Grecia tenga suficiente dinero para pagar este año y el que viene, pero ¿qué pasará dentro de tres años? El dinero cedido por el EMU y el FMI es en forma de deuda. A bajo tipo de interés pero al fin y al cabo deuda. No es un préstamo a fondo perdido. El resultado evidente es el del gráfico que pongo a continuación:
     
Como se puede ver, la apreciación del problema con la deuda griega comenzó en Enero. Desde ese momento, mucho han hablado las autoridades

miércoles, 14 de abril de 2010

Como reducir la deuda y que no se note

Como decía ayer, la soluciones, al menos las mejoras, de nuestros actuales problemas, los de las sociedades occidentales, pasan por una reducción de la deuda. Como hemos podido ir viendo en los posts anteriores la transferencia de la deuda de un sector de la economía a otro lo único que hace es mover el problema (exceso de deuda) de una parte a otra de la economía, como si de un partido de tenis se tratara. En cada parte de la economía genera unos problemas específicos distintos, pero graves y que pueden acabar con el colapso de la propia economía de una sociedad.




Así que parece evidente que si la solución no pasa por el aumento de la deuda, debe pasar como poco por su estabilización y mucho mejor por su reducción. Como ayer veíamos en el video de Koo, el problema no es exclusivamente un exceso de deuda. Es la percepción que tienen los agentes económicos de que no van a ser capaces de pagar dicha deuda y que por tanto tienen posibilidades de perderlo todo. Esto es básicamente debido a que sus activos no dejan de perder valor y por tanto ya no bastan para amortizar la deuda contraída, en caso de que esto fuese necesario. Ya se que es un resumen un tanto simplista y muy generalizado, pero se ajusta bastante bien a la mayor parte de los casos actuales en nuestras economías.



De esta manera, tomando la suposición anterior como cierta, la mejor solución para que la economía vuelva a tener hambre de crédito y de deuda, lo que debemos intentar es balancear los libros contables de los agentes económicos. O sea, que lo que se debe y lo que se posee (en valor) esté más acorde con lo que nuestros débiles cerebros sean capaces de aceptar. Puesto que tenemos dos partes en el balance, la deuda y los activos, deberíamos actuar en alguna de ambas partes o en las dos a la vez, en la dirección adecuada, para generar una sensación de tranquilidad en los agentes económicos.



La parte de los activos es muy difícil de manejar. Los mercados en los que se mueven dichos activos son enormes, casi infinitos si los comparamos con el poder de los gobiernos. El mercado inmobiliario en España, en USA y en algún que otro país sigue KO a pesar de las ayudas que se han dado, de los tipos de interés y de los precios más bajos. En UK se ha recuperado un poco pero no lo suficiente como para generar una revalorización generalizada y fuerte de la vivienda. El único mercado que ha reaccionado de manera muy positiva a los estímulos ha sido la bolsa. Pero falta saber por cuanto tiempo. Y además la bolsa no es un mercado que esté participado ampliamente por la sociedad. Un reciente estudio en USA muestra que tan solo un 20% de la población de ese país posee más de 10000 $ de acciones o algún otro producto relacionado con la bolsa. Es un buen porcentaje pero sigue siendo una pequeña parte de los agentes económicos.



Y si las valoraciones de los activos son difíciles de tocar, solo nos queda la deuda. Debemos reducir su valor para que su relación con el valor de nuestros activos sea más aceptable para nosotros. Yves Smith propone cuatro maneras de reducir la carga que supone la deuda:



1.- pagando la deuda con los ahorros acumulados previamente.

2.- Imprimiendo dinero para así con inflación reducir la carga de la deuda.

3.- Renegando de la deuda en parte o totalmente vía impago.

4.- Renegando de la deuda en parte o totalmente vía condonación de la deuda



Yo añadiría otro mecanismo, que no viene más que a ser una variante del 4º propuesto por Yves, y que sería la renegociación de la deuda.



El primer mecanismo es el más deseable de todos. Nadie sale del todo perjudicado (salvo el endeudado que pierde su stock de ahorros).El consumo y la inversión se verían afectados ante la bajada de los ahorros, pero la deuda también se reduciría y el flujo del crédito sería posible de nuevo. El problema de este sistema es que la mayor parte de los países occidentales (por no decir todos) tienen unos niveles de ahorro más bien limitados. Buena parte de lo que se consideran ahorros están en una forma u otra de activos, no solo en metálico. Y esos activos llevados al mercado perderían valor rápidamente (si se llevasen en masa). El ahorro de las economías occidentales es muy limitado y como he dicho bastante basado en activos no en cash, que es lo que hace falta ahora. No digo que este sistema sea inviable, solo digo que produciría deflación y contracción económica.



El segundo caso es que se ha venido utilizando en las economías occidentales en el pasado. Siempre ha funcionado más o menos bien, hasta hoy. Y hoy no funciona, porque el mecanismo de creación de dinero se basa en que la gente se endeude. Es decir, un banco central crea de la nada 10 euros, y se los presta a un banco comercial. Este presta 9 de esos 10 euros, que son ingresados en otros tantos bancos que hacen la misma operación. Al final, los 10 euros iniciales han generado unos 90 (más o menos, por Internet andan los cálculos exactos) de deuda a lo largo del sistema. Esa deuda es dinero nuevo en circulación. Dinero nuevo significa que el viejo pierde valor. La deuda denominada en dicho dinero viejo pierde también valor. Aunque hemos generado nueva deuda, con lo cual el sistema no funciona. Como se ve, nunca ha funcionado. Lo único que se hacía era posponer el problema, hasta que ha llegado un día que los bancos comerciales no prestan ni 1 euro de los 9 que creo de la nada el banco central. Y no lo hace porque no puede y porque no encuentra quien lo quiera. La demanda de crédito en Europa y USA se está contrayendo desde el inicio de la crisis. Eso quiere decir que la gente no se quiere endeudar más.



El tercer caso es el que está pasando poco a poco (unido al primero). La gente y las empresas (y los gobiernos desde hace poco) hacen lo que pueden para honrar sus obligaciones. Pero se da el caso en que eso no se puede hacer más y se impaga. El impago destruye directamente la deuda. Es la manera más rápida de destruir la deuda. Sin embargo, dependiendo del país del que hablemos, genera nuevas cargas y obligaciones en el tiempo y en el patrimonio que pueden ser también muy destructivas para la economía. Los embargos.



Por último tenemos la condonación de la deuda. Es el más bohemio de los sistemas para reducir la deuda y quizá el más utópico también. Curiosamente creo que es el más eficaz. Porque si se posibilitasen herramientas para condonar la deuda, herramientas estándar que funcionasen automáticamente en caso de impago o de devaluación del activo subyacente (aquel que respalda de deuda), los bancos serían más reacios a prestar en tiempos de bonanza y serían más críticos con los posibles clientes, la falta de lo cual nos ha llevado a la crisis. En cualquier caso, el supuesto que más me gusta a mi es la variante de la condonación que supone la refinanciación. Creo que sería el más eficaz de los sistemas. El problema que genera este sistema es que las pérdidas que se producen por la devaluación de los activos, deben ser pre-negociadas. Es decir, en los cuatro sistemas anteriores las pérdidas son automáticas. Se generan solas y van a parar a quien le toque (normalmente el endeudado). Con este nuevo sistema, debería haber una negociación, lo cual, probablemente lo haría poco versátil.



No quiero enrollarme más. Para mí, el último sistema es el más humano y el más óptimo. Las pérdidas de un mal negocio deberían ir a parar (en porcentajes abiertos a debate) a ambas partes del contrato, endeudado y el que presta. No puedo decir que haya expuesto unas líneas claras de como debería hacerse, pero creo que es mejor que todo lo demás, que ya lo hemos probado y causa muchos problemas. Este sistema también los causaría, no nos engañemos. En este sistema todas las partes pierden algo lo cual a la larga afectaría al consumo, a la inversión y al propio crédito, pero creo que al repartirse la carga de las pérdidas el efecto negativo sería más suave.



Por último decir, que toda la conversación anterior se refiere única y exclusivamente a la reducción de la deuda, que hoy en día supone una grave carga para los sectores productivos. A parte de eso, tenemos un mundo donde la sobreproducción es enorme. Quiere esto decir, que la capacidad productiva del mundo es mucho mayor que la actual demanda. Este es otro problema relacionado con lo visto, pero distinto. Se debe de reducir también la capacidad productiva para que se adecue a la actual demanda. Y eso inevitablemente es también traumático. Quizá otro día hablemos del tema. Un saludo

martes, 13 de abril de 2010

Balance Sheet Recesion...

Muy buenas de nuevo. Continuando con la línea de pensamiento generada hasta la fecha en este blog, vamos a continuar teorizando (en realidad fusilando lo que otros autores más sabios que yo dicen sobre el tema) sobre cual va a ser la senda que sigamos y cual debería ser la mejor salida de los problemas en los que nos encontramos. Antes de nada me gustaría que vieseis un pequeño video de un economista Japonés llamado Richard Koo explicar lo que el ha deidico llamar “Recesión de Balance” o “Balance Sheet Recesion”:






Como el video está en inglés y quizá haya gente que no entienda lo que dice este simpático hombre, voy a resumirlo un poco. Básicamente el hombre nos habla de la experiencia Japonesa de los últimos 20 años. Habla de las dos décadas perdidas, como se las conoce actualmente. Y nos dice que empezaron con una burbuja inmobiliaria, como en el caso actual. Nos dice también que las medidas que se tomaron en aquella época fueron las de bajar los tipos de interés y las de inyectar cantidades ingentes de dinero en los bancos y en la economía. Según dice él, como en la actualidad. Dice también, que a pesar que en la universidad no se lo enseñaron (por ser keynesianas) el resultado de todo esto fue crecimiento muy débil en el mejor de los casos y recesión continuada en el caso normal. Entonces nuestro señor Koo nos habla de que esto fue así debido a que a pesar de todas las inyecciones de dinero del gobierno, los agentes económicos no continuaron el ciclo de la deuda. A pesar de los tipos de interés al 0%, las empresas y consumidores Japoneses no aumentaron su deuda, sino que la redujeron (pagandola). Según Koo, esto fue debido a que los activos de dichos agentes económicos estaban perdiendo valor, y así fue a lo largo de todo este tiempo. El que dichos activos perdieran valor, cuando habían sido adquiridos con deuda, significaba que tanto empresas como particulares debían más del valor que tenían sus activos. Como se dice en inglés, estaban “underwater”. Es decir, vendiendo el activo (casa, acción, bono etc) no se podía pagar la deuda, así que, según Koo (y yo estoy de acuerdo) la opción lógica para estos agentes económicos era pagar la deuda, no endeudarse más, aun cuando los tipos de interés estaban al 0%. Básicamente, esta dinámica prevalece hasta que los balances de los agentes económicos están saneados. Es decir, sus activos y sus deudas encuentran un balance adecuado. Esto ocurre cuando los niveles de deuda se han reducido lo suficiente o cuando los activos se han revalorizado lo suficiente. Por tanto, el señor Koo nos dice que el camino que vamos a seguir es similar al de Japón en estos últimos 20 años. Mientras que las cuentas de empresas, particulares y banca no estén saneadas, buena parte de la producción (ingresos) irá destinada a amortizar deuda, no a aumentar la producción. Eso será un buen lastre para las economías occidentales durante años.



Este video aparece en un post muy interesante de Yves Smith, de la que ya he hablado. El post entero de Ives lo podeis encontrar en el siguiente link:

the origins of the next crisis

Es un resumen de los pensamientos de Yves, a cerca del encuentro de economistas en Cambridge, apadrinado por George Soros, para buscar soluciones a los problemas actuales. Es muy bueno y creo que acierta en cada uno de los puntos que expone. Debeis leerlo.


Pero siguiendo con nuestro post, Koo acaba su intervención diciendo algo que nosotros ya hemos nombrado en este blog. Y dice, básicamente, que una reducción de la deuda privada, toda a la vez, lleva a contracción económica. Que el gasto y endeudamiento público son necesarios. Y que si se piensa en reducir más vale que se esté seguro que va a haber una parte del sector privado para recoger el testigo. O sea, que aboga por el fuerte endeudamiento público, mientras el sector privado esté desapalancandose (reduciendo la deuda).



Y esto es básicamente, lo que hemos venido diciendo hasta ahora. Que la reducción del deficit fiscal puede traer consecuencias negativas. Así dice Koo que pasó en Japón en 1998 y en 2001. Como veíamos en artículos anteriores, una reducción de la deuda del sector público, se traducirá en un aumento de la del sector privado (siempre y cuando importaciones sean constates). Pero este sector no quiere aumentar su deuda, lo cual solo nos deja un camino, la contracción de la economía.



Sin embargo, tampoco quiero que se me malinterprete. El pensamiento de Koo no lo comparto. Solo comparto sus conclusiones. Es decir, estoy de acuerdo con él en que una reducción ahora del gasto público nos llevará a una nueva recesión. Pero lo que no estoy de acuerdo es que el gasto público sea la solución. A la larga, el endeudamiento público resulta demasiado caro e inviable. Quizá el mejor ejemplo a ver como evoluciona sea el propio caso Japonés. Tiene una deuda pública relativa a su PIB del 200% y todavía tiene fuertes deficits fiscales. El caso Japones tiene sus peculiaridades, pero aunque no se pueda extrapolar al 100% a nuestras economías occidentales, si que se pueden sacar ciertas conclusiones. Sobre todo en un futuro próximo. Al menos eso creo yo.



Y es que Japón puede ser la nueva Grecia. Podría ser que la financiación de la deuda pública Japonesa se vaya por las nubes. Hasta ahora eso no ha pasado, debido a que los mayores compradores de la deuda pública Japonesa han sido los propios Japoneses. Con sus ahorros. Y debido a que Japón ha sido un país netamente exportador. Así que con el resto del mundo en franca expansión, Japón no ha tenido graves problemas de paro, aunque sí de deflación de salarios y de activos. Cuando la crisis empezó en Japón, sus tasas de ahorro eran elevadas. Ahora no lo son. Es posible que en breve (aunque eso es dificil de decir) los propios Japoneses no se fíen de la habilidad de su gobierno de pagar sus deudas. Y esa será la “deadline”. Quizá no ocurra nunca, y Japón pueda seguir endeudandose otros 1000 años, pero yo no lo creo. Y un problema de financiación del estado Japonés se traduciría en impago de sus obligaciones, con unas ramificaciones a todo el mundo que serían dificiles de calcular.



Como se ve, y como vengo diciendo desde que esto empezó hace ya unos 4 años, no hay solución fácil. Todas conllevan consecuencias penosas. Yves en su post da una serie de posibles caminos a recorrer, todos ellos teniendo en común la reducción de la carga de deuda. Creo que este es el camino a recorrer, como ya vengo diciendo desde hace años. La mejor solución es reducir la deuda, pero esta reducción se puede hacer de muchas maneras y se debe buscar la que sea óptima y menos dolorosa. Este post ya se ha alargado mucho, así que hablaremos de esas formas de reducir dedua en un futuro post. Un saludo