lunes, 20 de diciembre de 2010

La morosidad en España sigue subiendo

   El pasado viernes, publicó el Banco de España datos sobre el total de los créditos concedidos por las entidades de crédito (valga la redundancia) españolas, así como la tasa de morosidad que sufren las mismas. Con estos datos he hecho un pequeño gráfico:

    El dato del mes de Octubre es del  5,67% o lo que es lo mismo, sigue subiendo. Ya está por encima de los 100.000 millones de €. Esta situación pone cada vez en mas riesgo el sistema financiero español. Y por ende, al estado español ante los mercados financieros internacionales. Y esto es así debido a que cuando estalló la crisis nuestro gobierno decidió (al igual que muchos otros a lo largo y ancho del mundo) respaldar los bonos que emitieran, a partir de esa fecha, los bancos para financiarse. No se exactamente cual es el montante de la deuda respaldada por el gobierno, pero podemos pensar que es la práctica totalidad de la deuda emitida por nuestros bancos en los últimos dos años, desde que se tomaron las medidas antes mencionadas.

   La tasa de mora no decae. Es algo más que evidente. Las causas pueden no ser tan evidentes pero desde luego tampoco parece que sean poco claras:

  • Falta de recuperación económica. La escasa actividad económica, sino la pura contracción hace que las empresas se las vean y se las deseen para pagar sus deudas
  • Tasa de Paro. En parte consecuencia de lo anterior. El paro no disminuye y por tanto cada vez más particulares no pueden pagar sus deudas.
  • Expiración del paro. Lo gordo de la crisis, cuando más paro se generó, fue en el otoño del 2008. A día de hoy, han pasado dos años, el máximo de paro que se puede cobrar. Es de suponer, que tras un periodo expansivo como el vivido hasta el 2007 la mayor parte de los empleos perdidos en aquel fatídico otoño del 2008 fueran de larga duración y por tanto tuviesen derecho a los dos años de paro o a cifras cercanas. La finalización de esta remuneración puede hacer que la morosidad aumente.
  • Crisis continuada en el sector de la construcción. Este sector no ha dejado de contraerse. Buena parte del crédito que tenían los bancos concedidos, era inversión en obra. El goteo a la baja de los precios de la vivienda impide que el sector se reestructure de acuerdo con la nueva realidad. Y esto no beneficia ni a bancos ni a sus deudores.
    Otro tanto se podría decir de otros sectores económicos, como el servicios, pero creo que la idea queda más que clara. Lo cierto, es que no hay pinta de que ninguno de los puntos expuestos anteriormente vaya a solucionarse en el corto plazo. Siendo esto así podemos prever un aumento continuado de la mora. Va a ser interesante ver como evoluciona hasta el final del primer trimestre del año que viene. Yo creo que podemos ver un repunte importante en estos meses que quedan hasta marzo. Pero debemos esperar.

    Lo cierto es que el aumento de los creditos dudosos deberían hacer mella en las cuentas de resultados de los bancos y también en sus ratios de capital.  Y este es el problema grave para las cuentas del Estado. Cada vez es más probable que nuestros bancos empiecen a encontrar dificultades para financiarse en los mercados de crédito. Ya las tendrían si no fuera por la garantía estatal. Llegado un determinado nivel de mora (que algunos analístas situan entre el 7 y el 10 por ciento) la situación de solvencia de la banca española (sobre todo las cajas) puede ser insostenible. En ese momento, el estado español deberá decidir si realmente hace frente a su promesa de respaldar toda la deuda emitida por los bancos en estos dos últimos años o si por el contrario decide renegociarla o directamente impagarla. Ojala y decidan la solución de la renegociación de la deuda.

   En cualquier caso, llegado ese día (si es que no llega antes por que los mercados de crédito se pongan nerviosos), los escenarios que hemos barajado hasta la fecha (ruptura del Euro) cobrarán un protagonismo inusitado. Para esas fechas, que no es fácil determinar cuando pueda ser, deberíamos tener nuestros deberes hechos y haber diversificado un poquito donde tenemos nuestro "valor" ahorrado. Como dije en posts anteriores el oro, la plata y alguna que otra divisa extranjera sería la mejor elección para cubrirnos ante las turbulencias que se avecinarán llegado el día.

   El futuro ahora es muy incierto. Existen muchos posibles caminos que se pueden seguir desde donde nos encontramos. Y eso hace dificil la decisión de donde aparcar nuestros ahorros. En cualquier caso, lo comentado debería funcionar bien como refugio, evitando que llegados casos extremos perdamos todos nuestros ahorros. Un saludo

No hay comentarios:

Publicar un comentario