domingo, 8 de agosto de 2010

Falta de liquidez o falta de solvencia....

  Este es un tópico que se oía mucho hace unos meses en lo más tórrido de la crisis. Había voces que decían que era una crisis de liquidez (y los bancos centrales sin parar de inyectar más y mas) y muchas otras voces decíamos que era una criris de solvencia.

     Quizá este tópico esté, por tanto, un poco desfasado. Quizá debería haber hablado de este tópico hace como poco un año. Si así creo que debería haber sido. Pero entonces no fui capaz de ver lo que me he dado cuenta ahora. Y todo ha sido gracias a la lectura de un gran libro "This time is different" por Carmen Reinhart y Kenneth Rogoff. Este libro trata sobre los impagos que realizan los distintos agentes económicos. Se centra más en los impagos públicos internacionales, pero lo cierto es que los trata todos, salvo quizá los de los particulares. Todavía no he terminado de leerlo, así que tampoco os puedo decir mucho de él.

   La luz se me ha iluminado cuando he leido que muchos paises acaban impagando porque son incapaces de renovar su deuda a corto plazo y por tanto no pueden pagarla. Es decir, segun los autores, el deseo del pais es el de pagar su deuda a largo plazo no el de impagar. Pero la deuda está denominada a corto así que sus obligaciones son a corto plazo. De esta manera, como la cantidad a pagar es muy alta, necesitan refinanciar una y otra vez hacia el futuro. Cuando, por el motivo que sea, no encuentran a nadie que refinancie, el pais se ve obligado a impagar, aun no siendo este su deseo.

   Con las empresas y la banca ocurre lo mismo. Así que el ejemplo nos sirve igual. Pero, es este un problema real de falta de liquidez o de insolvencia pura y dura. Y esta creo yo que es la pregunta del millón que nos puede aclarar por qué hemos entrado en la crisis tan grave que hemos entrado.

  Para mi, evidentemente es una crisis de solvencia. Paises en esta situación (como Grecia o Abu Dabi), así como aseguradoras en los días más fuertes de la crisis (AIG o Ambac) o los propios bancos, sufrieron crisis de solvencia. Y fue así porque no fueron capaces de honrar los contratos que habían contraido. Punto. Aquí los autores vienen a decir que su intención primera no era la de pagar el contrato a su término (recordemos que es deuda a corto plazo) sino la de ir refinanciandola hasta que al final se pagase en el largo plazo. Y toman esta práctica como algo natural y habitual.

   De hecho algo habitual si que ha sido. Ha ocurrido a todos los niveles de la economía. Lo han hecho empresas que no podían costearse los gastos de sus materias primas. Ha pasado con bancos que se endeudaban a corto y prestaban a largo. Ha pasado con gobiernos que se endeudaban a corto para pagar menos pero con la intención de pagar a largo rolando (refinanciando) la deuda. Por muy habitual que haya sido esta práctica, no se puede decir que sea normal. Ni siquiera se puede decir que sea moral o ética. Cuando yo me endeudo debo ser responsable de mis actos. Por lo tanto, debo hacer un estudio de las posiblilidades que tengo de pagar dicha deuda en los plazos que contractualmente he acordado con mi acreedor. Evidentemente las condiciones economicas cambian con el tiempo y quizá mi estudio sea viable para unas condiciones y no lo sea para otras (lo más habitual). Así la cuestión es ¿cual es el escenario que debo poner para no sufrir una crisis de solvencia y poder hacer frente a mis pagos? A mi modo de ver, la historia nos debería dar esos escenarios. Deberíamos plantearnos que pasó en tiempos pasados y aplicarlo a nuestro negocio.

   Así habría habido muchas empresas que no habrían iniciado actividades, o las habrían iniciado de manera muy distinta de haberse puesto en ese tipo de escenario negativo. Los bancos no se habrían endeudado por encima de lo que fuesen capaces de pagar a corto plazo. O dicho de otro modo, las reservas sobre préstamos malos habrían sido mucho mayores. Y los gobiernos habrían optado por deuda a más largo plazo o menor cantidad de deuda en lugar de financiarse a corto con objetivos a largo.

  Por poner un ejemplo que aclare un poco lo discutido. Imaginemos que me quiero comprar una casa que vale 110.000 €. Mi sueldo es de 2000 € al mes. Si decido endeudarme a 25 años, las letras me saldrán por unos 575 € al mes. Pagaré un 5% de interés (por ejemplo) y al final de la vida del préstamo habré pagado unos 190.000 €. Si decido endeudarme a 10 años la letra subirá a unos 1300 € al mes. El tipo de interés será parecido (quizá algo menos) pero la cantidad total pagada al final del préstamos será considerablemente menor. Pongamos 150.000 €. Economicamente hablando puede tener sentido hacerlo a 10 años e ir rolando la deuda con la intención de acabar pagandolo en 25 (por ejemplo usando la tarjeta de crédito para pagar otros gastos mensuales), hasta que llega un día que no se puede rolar el crédito a corto plazo (tarjeta de crédito) porque nuestros acreedores no se fian de nosotros. Muchos lo verán como una crisis de liquidez. Yo lo veo como una crisis de solvencia, pues el escenario de pagar 1300 € con un sueldo de 2000 € es lo suficientemente arriesgado como para que nos lleve a dicho resultado y por tanto se debería haber elegido el plazo de 25 años o incluso más o haber optado por una vivienda más barata.

   He puesto un ejemplo de consumo para que se vea que también ha sido una práctica realizada por los consumidores.

   Resumiendo, para mí la crisis de solvencia se produce porque hay un desequilibrio entre la deuda a pagar a corto y los ingresos a corto más las reservas propias (ahorro). Lo mismo se podría decir a largo plazo, pero en el largo plazo es más dificil que se den dichas diferencias. Cuando por el motivo que sea no se puede renovar la deuda (refinanciar) se produce la crisis de solvencia que algunos llaman de liquidez. Y la llaman así porque los ingresos para pagar esa deuda son ciertos en el futuro, pero no están disponibles en la fecha necesaria. Si se refinanciara la deuda no habrían problema en que el deudor pagara sus deudas. Sin embargo, para mi, el contrato está hecho para la fecha que está hecho y esto tiene bastante importancia. Si no se puede pagar, no se puede pagar y no hay mucho más que decir.

   Asumir estos desalineaminentos entre el vencimiento de la deuda y nuestras posiblidades de pagarla a tiempo como algo normal ha sido otra de las causas que nos han llevado hasta el mismo borde del abismo. De momento no hemos caído, pero parece que no hemos aprendido nada y seguimos empezinados en verlo como algo normal. Lo cierto es que esta normalidad nos puede llevar a otra caída. Un saludo

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