jueves, 16 de junio de 2011

El final de la crisis griega....

 ¿El principio del final de la crisis de la deuda europea? Ojalá. En el día de ayer se reunieron los ministros de finanzas de la zona Euro, para intentar llegar a un acuerdo de en qué condiciones se le da a Grecia el siguiente plazo de ayuda para que pueda hacer honor a las deudas que le vencen este verano. En principio el acuerdo no ha sido posible. La posición alemana (cada vez más presionada por su electorado) a través de su ministro de economía, el señor Schaeuble, es que ha llegado el momento que los deudores del gobierno griego soporten algo de la carga que conlleva el salvar a Grecia. ¿Como? Sencillo, reestructurando la deuda, o sea, cambiandola.

   Cuando alguien compra deuda de un pais (o de un banco o de cualquier empresa) lo hace a través de diversas herramientas. Las más comunes y concidas son los bonos. El bono es como un préstamo personal en el cual el banco, gobierno o empresa pide dinero al resto de los mortales (familias, otros bancos, otras empresas, otros gobiernos). Tienen una duración, que va desde el mes o tres meses hasta los 30 años. Y se pagan también intereses. O sea, es como un préstamo que la gente en general hace a quien emite el bono. Cuando un banco o una empresa no puede honrar su obligación de devolver el dinero que recibió con la venta del bono y los intereses pactados, dicha institución debe declarar algún tipo de bancarrota o de concurso de acreedores. Si el ente que falla es un estado, es lo mismo, solo que en este caso se le llama "reestructuración" de la deuda. Cuando se compra el bono es como si firmasemos un contrato. Se establece el tiempo y los intereses a precibir. Cualquier cambio de dicho contrato se debe entender como un fallo en cumplir las condiciones del contrato, o sea, como una suspensión de pagos, concurso de acreedores, bancarrota o como más os guste llamarlo.

  Si los inversores fueran minoristas, todos ellos familias, individuos o pequeñas empresas podeis estar seguros que hace tiempo que Grecia habría quebrado. El BCE y todas las partes interesadas en que los bonistas no pierdan un duro en el caso actual, no habrían movido ni un dedo. Habríán dicho "estamos en una economía de libre mercado, y por tanto no debemos intervenir". Como lo que está en el aire es todo el sistema bancario europeo (y aquí que cada uno especule con qué es exactamente lo que se quiere salvar, si al sistema bancario o a sus dueños), el propio BCE y muchos ministros de economía nos dicen la cantinela todos los días de que si no se salva a Grecia, se producirá un desastre de proporciones bíblicas.

    En alemania, como decía, al ser los que más dinero están poniendo para hacer los rescates, están hartos. Ya no quieren más rescates. Y sus gobernantes, muy prudentes, aun a pesar de querer salvar a la banca alemana, que también sufrirá, han empezado a hablar de que los bonistas deben de asumir alguna pérdida. En Francia no quieren oir hablar de ello. El BCE incluso ha llegado a decir que si algún tipo de reestructuración se lleva a cabo, dejará de admitir deuda soberana griega como colateral para los prestamos que hace a bancos centrales y comerciales.

    Recoredemos por un momento como se desarrolló la crisis. En 2008 la mayor parte del sistema financiero y de los mercados de deuda internacionales se pararon. El pánico hizo que nadie supiera quien estaba con las cuentas saneadas y quien con las cuentas hechas unos zorros, por lo que nadie prestaba a nadie. Los bancos, por ley, deben de tener unos niveles mínimos de capital (de dinero o casi dinero). Si por cualquier motivo un banco deja de recibir sus ingresos habituales (porque la gente no le paga lo que le debe) puede usar dicho capital para él ir pagando sus propias deudas. En aquél fatídico otoño, por un lado los bancos no cobraban de quien les debía y por otro, dicho capital no valía lo que debía, pues había perdido valor, con lo cual los bancos no tenían suficiente dinero para hacer honor a sus deudas. Eso en mi pueblo constituye una bancarrota. Existen varios procedimientos de bancarrota, el más extremo de todos siendo el que se subastan los bienes del banco (o  empresa) y se reparte lo recaudado entre los acreedores. En aquel otoño más de un banco debería haber sufrido dicho proceso.  Nuestros gobiernos decidieron que nuestros bancos no podían quebrar. Que sería el fin del mundo. Eso nos contaron, y decidieron salvarlos a costa del dinero de los contribuyentes. Esta salvación se hizo, en Europa, a base de garantizar con el aval del estado, toda la nueva deuda que emitieran dichos bancos. Estos emitieron toda la que pudieron, para con ella tener líquido con el que pagar sus deudas del día a dia. A su vez parte de lo recibido lo prestaron de vuelta a los gobiernos comprandoles deuda del estado. Con esta deuda se podían ir al BCE a que les prestara todavía más a unos tipos muy competitivos. Negocio redondo. El BCE nos presta el dinero con el que nosotros prestamos mas caro a los gobiernos. Nos embolsamos la diferencia sin prácticamente riesgo.

  Bueno pues parece que sí que había riesgo. Sobre todo por el hecho de que las acciones tomadas por los estados hicieron aumentar tanto su deuda que los mercados de crédito (en muchos casos los propios bancos) empezaron a pedir más y más intereses por cada nueva deuda estatal que se emitía. El final ha sido que Grecia, de momento, tiene que pagar un 17% por sus bonos a 10 años. Teniendo en cuenta que la deuda de Grecia es del 120% de su PIB, un tipo de interés tan alto es imposible que sea pagado. Grecia no produce tanto, como para pagar el principal y los intereses de una deuda tan grande. Si el BCE hace lo que dice, la práctica totalidad de la banca griega estará en quiebra. Su única manera de financiarse hoy en día es a través de intercambiar los papelitos griegos por euros del BCE. Muchos bancos a lo largo y ancho de europa tendrían graves problemas también. Por eso no creo que el BCE cumpla su amenaza. Más bien se va a tener que retractar dentro de no mucho y eso le hará perder la poca credibilidad que ahora tiene.

   En parte el BCE no quiere que haya reestructuración porque el porpio BCE ha comprado deuda estatal griega, por lo que dicho proceso supondría pérdidas para el propio BCE. No es que sea el fin del mundo, pero el BCE, en teoría no está para tener ni pérdidas ni ganancias. Además el tratado de Maastrich impide al BCE a comprar directamente deuda a los paises de la zona Euro. Se han saltado la ley haciendolo y ahora no quieren que esa jugada les explote en la cara.

  Sin embargo el proceso es, a mi modesto entender, practicamente inevitable. Grecia va a quebrar. Irlanda es más que probable que también. Portugal casi seguro y España está por ver, pero no andamos muy lejos tampoco. Y aunque ahora todo el mundo ande asustado, en realidad es algo necesario y bueno para la economía. Lo único que debemos intentar es que la quiebra sea lo más ordenada posible y que no se produzcan pánicos que puedan bloquear los mercados internacionales de crédito. Para ello, se debería haber empezado a trabajar en la quiebra hace meses, hablando con las partes implicadas y negociando los términos de la bancarrota. A estas alturas es probable que ya se tuviera acuerdo y es más que probable que Grecia estuviese mucho mejor de lo que está.

  Islandia, mi ejemplo preferido, dejó quebrar sus bancos en el año 2008, al contario que hicieron todos los demas estados de occidente. Este año crece al 5%, mientras que el resto de nosotros estamos rondando la recesión. Ha estado unos 3 años fuera de los mercados de crédito, algo no tan malo, pues ha obligado a su gobierno a vivir dentro de sus posibilidades. El estado islandés volvió la semana pasada a los mercados de crédito. Cualquiera podría pensar que habiendose declarado en bancarrota, dichos mercados habrían penalizado con altos intereses sus bonos. Pues no, consiguieron colocar 1000 millones de euros a 5 años al 5% de interés, más o menos lo mismo que está pagando España y muchisimo más barato que lo que paga Grecia, Irlanda o Portugal.

  Creo que la comparación, aunque odiosa, arroja bastante luz sobre el estado actual de las cosas y sobre cual sería el mejor camino a seguir. Un saludo

   ¿Qué sería lo más sensato? Lo normal aquí sería que Grecia "reestructurara". No puede pagar y cualquier medida que no le quite a Grecia la losa de su enorme deuda de encima, no va a dar resultado. El gobierno griego es culpable por endeudarse más allá de lo que era prudente. La sociedad griega es culpable de haber vivido y seguir querer viviendo de la teta del estado. Los bonistas (bancos europeos y resto de mortales que hayan comprado la deuda griega) son culpables por ser imprudentes y comprar bonos de un pais manirroto. Lo justo es que todos paguen sus equivocaciones. Austeridad y menos teta, para la sociedad griega. Cambio radical de gobernantes y alguna que otra pena de cárcel para su sistema parlamentario (incluyo aquí a todo el parlamento, no solo el gobierno de turno).  Y por su puesto, pérdidas para los bonistas, las que sean necesarias para que la economía griega retome la senda alcista.

  Esas medidas no se van a tomar, al menos hasta que no se vean obligados por las circunstancias a tomarlas. La sociedad griega ya está empezando a padecer la austeridad. Creo que todavía van a padecer más. El gobierno griego tiene un pie fuera (casi los dos). Las penas de cárcel todavía ni se intuyen, pero puede que al final cuando la sociedad griega esté hasta las narices lo pida y algo se haga aunque sea para contentar al personal. Los bonistas están a punto de tener que asumir algún tipo de pérdida y como no se haga bien, puede que dentro de unos meses deban asumir todavía más. O sea, que por más que se empeñen en lo contrario y como ya dije, a todo cerdo le llega su San Martín, como se dice por aquí. Más les valdría haber hecho algo el año pasado, cuando se detectó el problema.

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