lunes, 3 de mayo de 2010

Las cosas claras

  Existe la creencia generalizada, supongo que porque así hemos sido educados, de que lo correcto es pagar nuestras deudas y es incorrecto no pagarlas. De igual modo el que se endeuda hasta un cierto nivel en el que pase lo que pase (bueno o malo) no va a poder pagar sus deudas, se le llama irresponsable. Y por regla general es visto como una persona poco de fiar. Sin embargo, no existe esta visión o imágen de aquellos que lo que hacen es prestar demasiado a los demás. Y no entiendo porque. En cualquier transacción comercial o financiera siempre hay dos partes (al menos). Ambas partes debe de mostrar una cierta prudencia a la hora de llegar a acuerdos con la otra parte. Uno debe investigar sus posibilidades propias de pagar lo que le prestan. Y la otra parte debe de investigar si el que se endeuda va a ser capaza de devolver el principal y los intereses. Cuando por el motivo que sea el préstamo sale mal y no puede ser amortizado, la culpa moral (otra cosa es la liquidación de esa deuda) debería estar repartida entre ambas partes, pues ambas parte acordaron libremente la transferencia de capital.

  Pues bien, todo este rollo viene a cuento porque he estado viendo los típicos programas de debate en nuestra televisión, y por regla general nos ponemos a nosotros mismos como unos incoscientes y manirrotos que no hemos sabido guardar algunos huevos para tiempos dificiles. Y es cierto, lo hemos sido y es nuestra culpa. Pero igual culpa tienen aquellos paises que nos han prestado el dinero para que pudiesemos endeudarnos hasta los niveles que lo hemos hechos. La misma falta de prudencia y consciencia han mostrado dichos acreedores. Así es que cuando se buscan las salidas a la enorme deuda pública y privada en nuestro país no deberíamos centrarnos solamente en lo que nosotros podemos hacer para honrar nuestras deudas. Hay otros paises que deberían ayudarnos a que podamos honrar nuestras deudas. Es cierto que nosostrs debemos apretarnos el cinturón y mucho, pero parte de la responsabilidad de donde estamos la tienen otros paises (alemania) que no ha sabido o no ha querido (más bien lo último) desarrollar sus consumo interno para así intentar relanzar las exportaciones de los demás. Se empecinan en mantener su surplus por balanza comercial, algo que nos ahoga a los demás. Y eso no es justo tampoco. Porque al final toda la carga de comportamientos irresponsables cae sobre los hombros de una sola de las partes (bueno eso pretende alemania, pero a la larga ellos también van a sufrir).

   En cualquier caso nuestra actitud no debería ser exclusivamente de "mea culpa". A esa actitud deberíamos añadir la de la exigencia de que aquellos que calcularon mal por avaricia, pagen parte del pato. Unos fuimos manirrotos sí, pero otros fueron excesivamente codiciosos y para mi, moralmente hablando, tan mala es una cosa como la otra. Un saludo

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