viernes, 8 de abril de 2011

Mas medidas de austeridad en Portugal

 Desde hace más o menos unos 6 u 8 meses a esta parte, la política que el BCE y la Unión Europea dictan es la de proponer medidas de austeridad para intentar atajar la crisis. Esta es una política totalmente divergente con la que se sigue en USA, al menos a nivel federal (es decir, todo el estado USA), pues a nivel de cada uno de los estados, también están sufriendo en parte la necesidad de aplicar medidas de austeridad. Pero esto es otra discursión, así que lo dejo aquí.

  El caso es que mientras USA estado, sigue en su política de gasto público para apoyar la economía, Europa ha decidido refrenar el gasto público y mejorar las cuentas públicas. ¿Cuál es la mejor trayectoria de las dos? Pues a mi modo de ver la segunda, o sea, la de Europa, pero esto debo decirlo con la boca pequeña, pues los motivos por los que se sigue la política de austeridad en Europa no son para mejorar la economía, sino otros muy distintos.

  Como ya he dicho muchas veces, las teorías Keynesianas que dominan el mundo económico en el mundo tienden a ver la economía como dividida en tres pilares básicos. Por un lado la inversión de empresas y particulares, por otro lado el consumo y por último el estado. Estos tres gastos sumados nos dan el crecimiento en el Producto Interior Bruto (PIB, como sabemos, una medida de la riqueza de un pais). Según los Keynesianos si alguno de los pilares falla y deja de apoyar la economía otro puede o debe (en el caso del estado) entrar en juego para cubrir el vacío dejado. Así en lo más crudo de la crisis la mayor parte de los paises se embarcaron en políticas de aumento del gasto público para intentar mantener a flote la economía. Programas de ayuda a compra de viviendas (en USA), de coches, programas para dar dinero a la gente de la calle o para restaurar fuentes y calles de toda España. Todas estas medidas de gasto público iban destinadas a suplir la falta de consumo e inversión que se dió en lo peor de la crisis.

  En cierto modo dichas medidas dieron resultado, pero a corto plazo. La escuela Austriaca tiene claro que el Estado en sí mismo no produce nada y sobre todo no tiene las herramientas adecuadas para saber que proyectos son los más productivos o los que realmente van a producir un crecimiento real y sostenible de la economía. Desde este punto de vista, cualquier dinero gastado por el Estado es un capital que ha sido malgastado y no usado para una actividad realmente productiva y que apoye la economía. Y esto es así debido a que el Estado solo puede sacar el dinero (el capital) de sus subditos o sea, a los contribuyentes los cuales debido a que tienen una motivación económica personal saben mejor que el Estado como poner a funcionar dicho capital. Esto es todo teoría y es discutible, pero tan discutible como la visión Keynesiana.

  Yo me identifico más con la escuela Austrica y por tanto con el párrafo anterior que viene a decir que cuanto menos gaste el Estado tanto mejor. Desde este punto de vista, para mí está claro que las medidas de austeridad son adecuadas. De qué nos han servido todo el dinero gastado en arreglar calles y fuentes. De nada. Ha sido una transferencia de capital de los contribuyentes hacia un sector (el de la construcción) que estaba fastidiao. Pero una vez que se acaba el estímulo del Estado (la transferencia de capital) el sector en cuenstión está igual de mal que estaba (quizá un pelín mejor) el resto estamos peor pues hemos pagado por dichos servicios y la economía en general no ha ganado nada salvo quizá unas calles más bonitas, lo cual está bien, pero cuando nos lo podamos permitir, no ahora. Lo mismo se puede decir de las ayudas a la compra de vehiculos o de vivienda. La economía no se hace más productiva o competitiva, sino que se gastan recursos para transpasarlos a unos sectores que necesitan reducir deuda. Es decir, el dinero acaba llegando a los bancos. Es una inyección a los bancos aunque con un largo recorrido. Otro tanto se podría decir de otros proyectos que incluso pueden parecer productivos como el del AVE a Valencia. Es un proyecto productivo, sí, pero sobredimensionado. Es productivo porque mejora las comunicaciones de Valencia con el centro y eso debe mejorar la productividad.  Pero habría bastado un sistema menos rápido de unos 250-260 Km/h para mejorar dichas comunicaciones y el costo habría sido mucho menor. El AVE es más bonito y espectacular, pero la relación costo/beneficio de un sistema como el Alaris es mejor.

   Como ya he dicho, teniendo todo esto en cuenta, la política Europea es la más adecuada. La austeridad asegura un mejor futuro que el gasto público. El problema es que la Unión Europea y el BCE en realida lo que van buscando es que los bancos que están detrás de todo el montón de deuda que deben los paises del Club Med, cobren todo lo que se les debe y los intereses. El problema de esta mentalidad es que el gasto público reducido no se va a emplear para mejorar la economía de Portugal, por ejemplo, sino que se va a usar para pagar las deudas que Portugal tiene con los bancos españoles, alemanes, franceses e ingleses. Y a sus respectivos estados también. Es decir, en el fondo la política europea es tan cancerígena para la economía europea como lo es la USA para su propia economía. Los escasos recursos que tienen las economías del club Med (Irlanda, Portugal, España, Italia y Grecia) van a ser dedicados no a aumentar y mejorar la productividad de sus propios paises sino a pagar sus deudas con la banca internacional. Eso asegura años y años de crecimiento bajo e incluso recesión, alto paro y antes o después desordenes sociales o, esperemos que no, algo peor.

  No me entendais mal, considero que aquel que adquiere una deuda, moralmente, debe hacer lo más que pueda por pagarla. Pero lo más que pueda tiene un límite y creo que hoy en día nos estamos pasando de ese límite. Y una vez llegado a ese punto lo que hay que hacer es hablar con nuestro acreedor para renegociar dicha deuda. O conseguimos mejores condicines de pago o reducimos el total que se debe. Porque de no hacerlo así arriesgamos la economía en su conjunto y entonces no gana nadie. Acabamos por no poder pagar lo que debemos y encima está todo el mundo cabreado.

  He puesto a Portugal como ejemplo y no ha sido por casualidad. Portugal ayer anunció que va a necesitar la ayuda del Fondo de Garantía Europeo. La respuesta de los responsables europeos esta mañana ha sido la de que los portugueses van a tener que aumentar las medidas de austeridad.

El precio del rescate de Portugal: Más dolor

  En condiciones normales me habría parecido hasta bien. Pero el fondo de estas exigencias por parte del gobierno europeo no son la mejora de la economía lusa, sino que los bancos acreedores no pierdan ni un duro. Y como digo esto se hace aun a sabiendas de que la población lusa va a padecer por años o lustros. Me parece vergonzoso como poco. Los siguientes somos nosotros. Y tal y como yo veo las cosas, creo que vamos a ser tan corderos como hasta la fecha han sido griegos, irlandeses y ahora lusos. La vergüenza no es solo por la clase política que me parece vergonzosa desde hace ya bastantes años, sino por la propia sociedad que permanece impasíble cuando la están esclavizando y robando.

  Por último me gustaría dejar clara una cosa. Creo que el Estado debe ser lo más austero posible. Creo que una de las mejores maneras es hacerlo lo más pequeño posible.  Pero no creais que pienso que no debe de haber ningún tipo de gasto social por parte del Estado. Para mí, el ser humano es un ser social y como tal se organiza en comunidades. La responsabilidad de dichas comunidades es la de cuidar de los más desfavorecidos. De no ser así, las comunidades no tendrían razón de ser. Cada uno iría mejor a sus uñas. Todos debemos ceder parte de nuestra libertad (y de nuestros bienes) para asegurarnos una última salvaguarda por parte de la sociedad. Pero creo que nuestros Estados actuales cumplen mal dicha función y además se meten en partes de nuestra vida donde no deberían meterse. Pero esto es tema de otra discursión. Un saludo

No hay comentarios:

Publicar un comentario