lunes, 2 de enero de 2012

Y ahora las soluciones....

El otro dia hablaba de que la sociedad española tenía muy despitado a todo el mundo. Los datos económicos son bastante desastrosos, el paro está bastante elevado y el crecimiento previsto para este año no se va a cumplir, con lo cual tampoco se cumplirán las previsiones de recaudación y por tanto las posibilidades de que el estado español pague sus deudas, se aleja. Los mercados se ponen nerviosos y la prima de riesgo sube. Pero curiosamente no por encima de la italiana, que en principio, aunque quizá menos comprometida con el ahorro, si que tiene mejores números. Yo explicaba en mi post anterior que creo que esto en parte es debido a la economía sumergida. Y al final de mi post decía que en mi modesta opinión es una bendición para nuestro pais que esto sea así.

  Existe una creencia bastante extendida por el mundo económico, lástima que no esté todavía mas extendida, que los sistemas con un alto grado de economía sumergida tienden a hacerlo comparativamente mejor en las épocas de crisis que aquellas que no la tienen. Yo no tengo hecho un estudio sobre el tema y por tanto no me voy a poner a hacer aquí demagogia de las virtudes o defectos de una economía sumergida. Solo me voy a poner a teorizar, es decir, a vertir mis propias opiniones sobre cual puede ser esa supuesta ventaja de una sociedad con mayor economía sumergida.

  Según la escuela Austriaca, toda intervención del gobierno en una economía es contraproducente. O al menos así entiendo yo sus enseñanzas. En otras palabras, el gobierno no tiene ninguna labor productiva ni tiene el incentivo de maximizar el provecho a la hora de buscar aquellas actividades más beneficiosas para una sociedad. Todos tenemos en mente que hay ciertos servicios que deben ser ofrecidos por la soicedad en si misma, es decir, por el gobierno. Pero la experiencia reciente (y la no tan reciente) nos enseña que los gobiernos por regla general no hacen sino crecer. Y cuanto más crecen más y más van metiendo sus tentáculos en zonas de la vida social donde, inicialmente no tenían nada que hacer. La economía suele ser uno de los primeros sitios donde los estados meten sus tentáculos. Una vez que el aparato del estado empieza a regular, legislar, fiscalizar, controlar y sancionar toda actividad humana, buena parte de los recursos que se necesitan para el progreso pasan a ser gastados (o malgastados) en dicha fiscalización. Es como una especie de fuerza de rozamiento. Algunos dirán que es una fuerza de rozamiento necesaria para evitar que las multinacionales dominen el mundo y sacrifiquen al trabajador. Sin embargo, sino fuera por el inmienso poder de los gobiernos, probablemente no existirían grandes corporaciones, ahogadas en una más que posible competencia real.

  La mayor parte de la actividad económica mundial la generan las pequeñas y medianas empresas. Es fácil poner una cara enemiga en una corporación, ¿pero lo es igual en el panadero de la esquina? ¿O en el carnicero, el tendero o el dueño del bar? No nos engañemos, desalmados va a haber tanto en las grandes corporaciones como en los pequeños negocios. Es por eso que aunque a algunos pudiera gustarnos la ausencia total del estado, no concibo una sociedad justa sin alguien que vele por los derechos fundamentales de todos. Y si, ahí tiene que entrar alguna forma de estado. Pero lo más pequeño posible. No lo que tenemos ahora
.

  Quizá me he desviado un pelín del motivo de este post, pero lo retomo ya. Cuando un pais tiene mucha economía sumergida es por que el aparato del estado ahoga a sus conciudadanos y no les deja su derecho legítimo de búsqueda de properidad propia. Y la gente busca caminos alternativos. Ilegales, si, pero al fin y al cabo, hay que llegar a fin de mes.

  Hoy mismo he visto en el telediario una noticia relacionada con los empleados del hogar. A partir de hoy deberán estar dados de alta en la Seguridad Social, en el régimen general. La noticia se hacía eco de que un numero elevado (varios cientos de miles sino recuerdo mal) de personas se iban a beneficiar con la medida. Y se congratulaban. Yo en cierto modo, me he apenado. Por que nadie se ha parado a pensar en los otros tantos miles o decenas de miles que se van a quedar sin empleo debido a la medida. O que tendrán que trabajar en la economía sumergida. Por que puede haber gente dispuesta a contratarlos, pero ahora teniendo que incluir gastos sociales, puede que muchos ya no contraten. Eso son las consecuencias no previstas de leyes como la que acabo de comentar. No me entendais mal. Está bien que esos empleados tengan una cobertura social, su subsidio de desempleo y pensiones como todos los demás. Pero hoy por hoy, para mi, es más importante tener trabajo y ser capaz de ganarse la vida.

  Y este tipo de leyes no consiguen eso. No crean empleo, y no es que necesite grandes frases para demostrar lo que digo. En España ya hay casi 5 millones de parados (aunque seguro que muchos ganan dinero en B). Por eso las medidas que nos enseña la economía sumergida son las adecuadas. Son elegidas libremente por la sociedad (sobre todo cuando esta economia es un porcentaje importante de la emergida), está aceptada por dicha sociedad ya que no se denuncia, favorece a mucha gente, aunque bien es cierto que perjudica a aquellos que lo hacen todo de forma legal, pero sobre todo genera actividad económica.

  Es por eso que las medidas para salir de la crisis deben ser del estilo de las siguientes:

  • Reducir los gastos sociales de empresas y trabajadores: Creo que es mi primera opción. Está muy bien tener un estado del bienestar, pero si nos lo podemos permitir. Sino, no vale la pena. De poco me sirve tener una sanidad estupenda, si resulta que mi problema es que no puedo comer. Si quizá exagero un poco, pero eso está pasando hoy en dia en España. La reducción de los gastos sociales debería traducirse directamente en reducción también de los beneficios sociales y racionalización de los mismos. Algo que se deberia hacer incluso sin reducir las cotizaciones a la seguiridad social. Esta medida, debería fomentar la contratación. Cuando una empresa contrata, al hacer números cuenta con un 30% extra en gastos sociales sobre el sueldo que pagará al trabajador. En muchos casos, ese 30% extra es el que decide en contra de la contratación.
  • Supresión del Salario Minimo Interprofesional. De hecho, yo creo que en muchos casos ni se aplica en realidad. Como antes, la cuestión no es tanto si este "derecho" es bueno o malo. Me parece bien, que en época de vacas gordas, se exprima a las empresas y se les pida mucho más trozo del pastel de los beneficios. Algo que por cierto en su dia no se hizo. Pero ahora que la gente está en paro y sin poder trabajar el salario mínimo lo único que consigue es que aquellos con menos cualificación (o con una cualificación muy común) no sean capaces de encontrar un trabajo. Y no lo consiguen por que sus habilidades no valen dicho salario mínimo. Quizá habría quien los contrataria por menos, pero la ley no les deja.
  • Flexibilidad en los contratos. Otro punto muy importante. Los sindicatos se aferran al contrato indefinido como un paradigma de contrato, todo bondades. Me parece legítimo que aquella persona que consiga un contrato de ese estilo lo disfrute, pero también debe haber posibilidad a que la gente pueda conseguir otros contratos considerados basura. Lo dicho, con un 22% de paro creo que lo indispensable es que la gente consiga trabajo, el que sea, no que tengan unos contratos buenisismos.
  • El despido ni lo tocaría, aunque la patronal se ha empeñado por activa y por pasiva en abaratarlo. Según yo lo veo el abaratar el despido puede hacer que alguna empresa que de otro modo se iría al hoyo sobreviva, pero no fomenta el empleo. Al menos no de manera directa. El despido es caro siemper que haya contratos de larga duración, sino no es tan caro ni con los 45 dias de antaño. Una empresa que vaya bien y tenga contratado desde mañana a un trabajador por 2 años, es decir, que la empresa sobreviva otros dos años a partir de mañana, tendría que pagar tres meses de sueldo para hacer un despido improcedente dentro de dos años. Sinceramente, no me parece caro ni abusivo. Si fueran 10 años si, podría ser ya caro, pero de aquí a 10 años es más que probable que la crisis haya quedado atrás y tengamos que hablar de otras cosas. El abaratamiento del despido, para mi es solo demagogia.
  • Motivación a las empresas para que no despidan y a los tabajadores a que acepten menos salarios con menos horas trabajadas. Uno de los grandes problemas en España es que los empresarios (al menos los de las pymes) ven a sus trabajadores como prescindibles. En realidad son muy importantes, pues conocen el funcionamiento de su oficio a la perfección. Es preferible que un trabajador siga trabajando (siempre que sea posible, claro) menos horas, con menos sueldo a que sea despedido. El conocimiento queda en la empresa. Con el despido se pierde, probablemente para siempre y si en un futuro hay que hacer nuevas contrataciones, habrá que formar de nuevo a los trabajadores. Es preferible un estado de cierto letargo. Eso no se fomenta en España. Sin embargo, se hizo con cierto éxito en Alemania y ahora se está intentando implantar en Francia. Sana envidia.
  • Reducción de tamaño del estado. La consecuencia más evidente de dicha reducción sería un ahorro de gasto público. No estoy buscando aquí, como los políticos y los mercados, una mejora de la prima de riesgo. Todo recurso que consume el gobierno, no puede ser puesto por un capitalista a producir bienes para una sociedad. Así de simple. Cuanto menos recursos consuma el estado, más recursos libres quedarán para la producción de bienes y servicios.
  • Liberalización real de los mercados. Los gobiernos tan grandes que tenemos, financiados como están por las grandes corporaciones acaban cediendo a sus exigencias. Es inebitable. Pero no es lo mejor para una economía. Como digo, la pyme es el pulmón de la economía y las leyes que se suponen nos protegen, en muchos casos y analizadas con cuidad lo único que hacen es proteger los intereses de las grandes corporaciones mientras ahogan la competencia, tan necesaria para el desarrollo humano. Si pensais que la raza humana ha evolucionado mucho en el último siglo, ni os imaginais donde estaríamos ahora sino fuera por los subsidios y tasas que ayudan a sectores como el farmaceutico, medico, aeronautico o financiero. Con una competencia real, estaríamos a años luz de donde estaos ahora. Mientras tanto, los que vuelven a pagar los platos de dichas coberturas son las pymes, que no puede presionar a los gobiernos para tener ventajas similares, los trabajadores y por su puesto los consumidores.

   Por último me gustaría recalcar que los tres primeros puntos, pueden parecer muy antisociales, muy de derechas o que se yo. Que cada uno los vea como quiera. Lo cierto es que las medidas que se toman hoy en dia favorecen a los que tienen trabajo, no a los que lo han perdido. Lo siento, pero a mi me preocupan más los que no tienen trabajo.

  Este post al final se ha alargado más de la cuenta. Pensaba hacer una serie de post para explicar una a una las medidas, pero la verdad, no se si lo habría acabado de hace, así que he preferido hacerlo todo en uno. Espero que os guste. Un saludo

No hay comentarios:

Publicar un comentario